Los errores que cometen los principiantes en trading


En mis primeros pasos en el trading, caí una y otra vez en trampas que hoy sé que puedo evitar. Cada equivocación dejó una lección grabada en mi memoria y me enseñó que, más allá de la técnica, el verdadero reto está en no repetir patrones destructivos. En este artículo exploraremos los tropiezos más habituales de quienes empiezan, con relatos de mi propia experiencia y ejemplos reales que te enseñarán. Al final, te recordaré cómo las emociones te pueden destruir —si aún no lo has hecho, revisa mi artículo sobre “ Las emociones que te van a destruir en el trading ”— y dónde encontrar más contenido valioso en mi canal de YouTube.

en este video te muestro detalladamente mi experiencia en el trading y errores..

Introducción: la curva de aprendizaje oculta

El trading seduce con promesas de libertad financiera, gráficos brillantes y operaciones rápidas. Sin embargo, la ilusión choca contra la realidad cuando vemos nuestra cuenta sangrar por errores que podríamos haber evitado. Aprender de los fallos de otros ahorra tiempo y dinero, y por eso quiero compartir las trampas en las que yo mismo caí: desde falta de disciplina hasta confiar ciegamente en sistemas ajenos.

Operar sin un plan sólido

En mis primeras semanas abría trades al azar, guiado por corazonadas y rumores en foros. Un día compraba acciones simplemente porque subían y al siguiente vendía por miedo, sin tener ninguna regla clara. Pronto entendí que sin un plan detallado —con criterios de entrada, salida y gestión de riesgo— cada operación era un tiro al aire. Aprender a estructurar un plan antes de encender la plataforma fue el punto de inflexión: al trazar tu ruta en cada sesión reduces la improvisación y dominas mejor tus reacciones.

Subestimar la gestión del riesgo

Recuerdo un trade donde arriesgué el diez por ciento de mi cuenta en una sola operación “segura”. La vela contraria barrrió mi stop loss y me quedé con menos de la mitad del capital que había empezado. Ese golpe me hizo comprender que la clave no está en el tamaño de las ganancias, sino en controlar pérdidas pequeñas. Desde entonces, establezco límites claros y sólo arriesgo un porcentaje que mi emocionalidad puede tolerar.

Creer en promesas de sistemas infalibles

En un grupo de Telegram me vendieron un “robot mágico” que supuestamente convertía cada centavo en oro. Durante días dulces, pensé que lo había encontrado. Cuando el mercado cambió de tendencia, el bot colapsó y arruinó mis ahorros. No existe atajo ni sistema 100 % ganador: la experiencia me enseñó a evaluar cualquier herramienta con escepticismo, a probar en demo (pero como si fuera real, tal como explico en “ Por qué empezar en demo puede ser una trampa si no haces esto antes ”) y a adaptar cada estrategia a mi perfil, nunca al revés.

Olvidar llevar un diario de trading

Cada vez que cerraba sesión, borraba el historial de posiciones y pasaba al siguiente día como si nada hubiera pasado. Con el tiempo, mis errores se repetían sin pausa. Introducir un diario de trading cambió el juego: anotar la razón de cada operación, el estado emocional y el resultado final me mostró patrones claros. Descubrí que mi aversión a pérdidas me llevaba a aferrarme a trades que nunca cerraba, igual que expliqué en el artículo de las emociones, y pude diseñar reglas para evitarlas.

Ignorar el factor emocional

He visto cuentas caer porque un día de pérdidas encadenadas encendió la rabia y, en lugar de parar, doblé el tamaño de mis entradas para recuperarme más rápido. Ese exceso de confianza y el temido FOMO me golpearon con furia. Si aún no leíste “ Las emociones que te van a destruir en el trading ”, te sugiero hacerlo para entender cómo el miedo, la codicia y la esperanza traicionera pueden destruir meses de trabajo. Aprender a pausar tras una racha de derrotas y a reconocer la euforia te protege de decisiones impulsivas.

Cambiar de estrategia constantemente

Empecé apostando al rompimiento de soportes, luego pasé al trading de noticias, después al scalping y así sin freno. Cada nueva moda me atraía, pero al multiplicar métodos sin profundizar en uno, nunca dominé ninguno. Tuve que aprender que especializarse y ajustar un enfoque concreto es más valioso que saltar de una técnica a otra. Encuentra tu estilo —como describo en “ Scalping, Swing o Day Trading: ¿Qué estilo se adapta mejor a ti? ”— y profundiza hasta convertirlo en tu fortaleza.

Sobreapalancarse y subestimar la exposición

Como un novato, buscaba maximizar cada movimiento con apalancamiento extremo. En un parpadeo, una vela de reversión destruyó gran parte de mi cuenta. Ese momento me enseñó que el apalancamiento no crea riqueza por sí solo, sino que amplifica tanto ganancias como pérdidas. Controlar la exposición, ajustar el tamaño de los lotes y aceptar que no todo trade merece todo tu capital es imprescindible para una trayectoria sostenible.

Operar en todo momento sin entender la volatilidad

Creía que mientras más trades hiciera, más oportunidades tendría. En realidad, operar fuera de las ventanas de alta volatilidad me costó decenas de puntos en comisiones y spreads que eclipsaron mis beneficios. Aprendí a respetar los horarios del mercado, a centrarme en los momentos de mayor liquidez y a reconocer cuando el mercado está demasiado errático para mi estrategia. Ese enfoque me volvió más selectivo y efectivo.

Descuidar el análisis fundamental

Me obsesioné con indicadores técnicos y descuidé los anuncios macroeconómicos y los resultados empresariales. Una noche Sony publicó pérdidas inesperadas y mi operación de compra se desplomó antes de que encendiera la pantalla. Desde entonces combino noticias y gráficos: una empresa en crisis o un dato inflacionario pueden torcer cualquier setup, por sólido que parezca.

Tras una serie de ganancias en demo, pensé que ya lo sabía todo. La arrogancia me costó caro cuando un nuevo ciclo de mercado cambió las reglas del juego. Comprendí que el trading es dinámico y exige actualización constante. Leer, ver tutoriales, seguir debates y comparar tu visión con la de otros traders es tan importante como la práctica diaria.

Los errores que cometemos de novatos dejan cicatrices que duelen, pero sirven como las piedras ang

Comentarios

  1. jaja soy novatisimo pues, cometo estos a diario. lol

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